- Necesitas que tu pareja esté contigo continuamente
Una de las herramientas que se trabajan en Tantra es el apego y el desapego sano.
Consiste en aprender a estar con tu pareja en un nivel de intimidad profundo, mostrándole incluso tu herida de abandono, abriéndote completamente a tu vulnerabilidad y a la vez aprender a desapegarte de ella, de tu pareja, con amor.
Desapegarte no es abandonar ni que te abandonen, es separarte para que esta separación ayude a fomentar la verdadera unión de vuestras almas, sin tener que estar juntos continuamente.
Se trata de respetar los espacios privados de cada uno para volver después a compartiros desde la verdadera elección de vuestros corazones.
Ya no necesitas el personaje de dependiente para que quiera estar contigo ni tampoco necesitas ser independiente para desvincularte del dolor emocional, sino que aprenderás a estar en la interdependencia, es decir, a unirte desde el amor y a separarte desde el amor.
- Provocas situaciones para llamar la atención.
Es importante que te observes para identificar cuándo estás provocando situaciones con el único objetivo de llamar la atención de tu pareja.
La mente tratará de sabotearte diciéndote cosas como haz valer tus derechos, tú tienes razón, lucha por lo que consideras justo para ti.
Pero, puedes aprender a poner la mente al servicio del amor.
No se trata de decir a todo que sí y tampoco a montar un pollo cuando no te sales con la tuya.
Se trata de revisar lo que verdaderamente es un sí para ti y lo que es un no para ti.
Para ello la mejor herramienta que tienes a tu alcance es la meditación.
En Tantra existen muchas formas de meditar, por ejemplo, cantando mantras, bailando o simplemente poniendo atención a tu respiración.
Cuando no sepas qué hacer con una situación de conflicto o pienses que quizás es una llamada de atención, medita y con la meditación le darás la paz suficiente a tu mente para que ella sepa cómo expresar los verdaderos deseos de tu corazón desde el amor.
- Cuidas para que te cuide.
Según las Constelaciones Familiares el equilibrio en la pareja está en el dar y el recibir mutuo.
Una vez da uno y otra vez da otro y así la pareja poco a poco se va equilibrando.
Si consideras que das mucho, es momento de parar de dar.
No se trata de exigir o reclamar que tu pareja te dé más.
Cuando das y das a tu pareja, al final ésta cree que no podrá darte nunca todo lo que le has dado y como se siente incapaz, renuncia a dar.
Sin embargo, si dejas de dar, le das espacio para que comience a ofrecerte lo que sí puede darte.
Si aun así, tú necesitas dar, puedes poner el foco en otras personas que sí estén dispuestas a recibir y a darte a ti.
Hay muchas formas de dar y recibir amor y no solo tiene que venir de tu pareja.
También es muy importante reconocer cuando tu pareja te da.
Por ejemplo, dándole las gracias por esa palabra, por ese gesto o por cualquier cosa que estés recibiendo de ella.
Y por último, aprender a pedir.
Pedir no es reclamar o exigir.
Pedir es solicitar lo que tú necesitas por eso es fundamental que sepas realmente qué es lo que quieres y no esperar que tu pareja lo adivine por ti.
Si en algún momento realmente sientes enfado con tu pareja porque no te da lo que necesitas, aprende a transformar toda esa energía de rabia en algo valioso.
Exprésate con tu cuerpo, baila, muévete, saca toda tu rabia y cuando por fin consigas liberarte de ella, abre un espacio de intimidad que os conecte a un nivel superior, incluso sin palabras, desde el amor.
- El sexo es una de tus armas favoritas para retener a tu pareja.
Cuando te descubras utilizando el sexo para retener a tu pareja, cambia tu forma de hacer el amor.
Normalmente las parejas que tienen sexo después de una pelea suelen tener encuentros muy apasionados, debido a la sobrecarga energética que ha traído la discusión.
Si en vez de liberar toda esa energía con sexo rápido y de fricción, aprendes a conservarla para la verdadera unión de vuestras almas, la intimidad de vuestra relación de pareja será más profunda que nunca.
Para ello, practica la sexualidad consciente, disfruta de la mirada amorosa, de los besos interminables, de las caricias tiernas, despierta tus sentidos, juega, goza con la verdadera reconciliación, aquietando vuestros cuerpos para llevaros a un estado de unión trascendental.
- Atraes parejas una y otra vez que no te quieren como necesitas.
Cada persona que llegue a ti es una oportunidad de autodescubrimiento.
Vive con ilusión cada nueva relación.
Observa, descubre, indaga sobre ti, no desperdicies esta oportunidad.
Cuanto más practiques más fácil te será determinar en función a qué sientes esa atracción por esa persona.
Querer a alguien significa quererlo para ti.
Amar a alguien significa amarlo para él o para ella.
Querer es un acto egoísta.
Amar es un acto desinteresado.
Poco a poco irás descubriendo que dejar a una persona no es abandonarla, es permitir que siga su camino.
Es respetar su destino.
- Decides no estar en pareja porque no hay nadie para ti.
El mito del amor romántico dice que sólo alcanzarás la felicidad estando en pareja.
Pero esto no es así, para nada.
Puedes ser muy feliz en soledad con tu propia compañía.
Sin embargo, si dentro de ti anhelas estar en pareja, te invito a que salgas de tu zona de confort, sin miedo, con la ilusión de una niña/o que quiere descubrirse a sí mismo y ver de lo que es capaz.
Porque sí hay alguien para ti ahí fuera, lo único que pasa es que todavía no lo puedes ver, porque tus ojos miran desde el miedo, desde tu herida y necesitas aprender a mirar con amor, desde la sanación.
En cada persona hay un ser consciente y tú tienes la gran oportunidad de descubrirlo.
Por eso te invito a dejar de decir eso de no hay hombres buenos o todas las mujeres son malas o cosas por el estilo que solo minan tu capacidad de abrirte a amar y a ser amada/o.