LAS 5 HERIDAS EMOCIONALES

Te hago una pregunta, ¿qué tipo de relación de pareja te gustaría tener? Es de vital importancia reconocer cómo se manifiestan las heridas emocionales en nuestro presente y hallar su origen, aceptarlas sin juzgar para luego aprender de la experiencia. ¡Permitirnos soltar y fluir! Las 5 heridas del alma se producen en las relaciones con la madre, el padre y el entorno familiar y social.

  • ¿Vienes de una relación narcisista?
  • ¿Tenías problemas con el abuso de sustancias?
  • ¿Sientes que necesitas demasiado?
  • ¿Sientes que no eres suficiente?
  • ¿Vuelves una y otra vez a caer en patrones repetitivos?

Te invito a que descubras conmigo CUÁLES SON LAS 5 HERIDAS EMOCIONALES en este nuevo vídeo.

Alicia Amezcua - Propósito de vida

Sana tu alma desde el placer y disfruta de la vida que mereces

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¿Qué son los vínculos afectivos?

Los vínculos afectivos son la relación de amor y cariño que se establece entre dos personas. Se establecen en el entorno familiar, de pareja, de amistad, laboral, etc. Estos vínculos aportan seguridad, protección y equilibrio emocional, apego sano.

Se basan en la relación que tuviste en tu infancia con las personas que te cuidaron, y es ahí donde está el origen de las heridas emocionales. Desde que naciste tuviste necesidades y a medida que vas creciendo, han ido cambiando.

  • Si tus necesidades fueron cubiertas desarrollaste vínculos de apego sanos.
  • Si tus necesidades no fueron cubiertas desarrollaste vínculos de apego insanos.

Solo puedes lograr la autonomía, si has podido experimentar la completa dependencia. Si durante tu infancia contaste con alguien a quien podías acudir siempre que necesitabas protección, has podido desarrollar un sentimiento de confianza frente al mundo y los seres humanos. Esto te permite alcanzar la independencia en la vida adulta.

¿Cómo se desarrollan las heridas emocionales?

Existe vacío afectivo cuando la persona cuidadora:

  • Deja al niño o a la niña a cargo de otras personas.
  • Está tan ocupada con sus propios problemas que no puede estar plenamente cuando el/la menor la necesita.
  • Tiene tanta ansiedad, que vuelca sus inseguridades sobre el niño/a con sobreprotección, haciéndole sentir que el mundo es una amenaza.

Si has crecido con este vacío afectivo:

  • Te angustias excesivamente cada vez que tienes que enfrentar una situación o cuando tienes que tomar una decisión libre.
  • Añoras encontrar a esa figura que sustituya a la persona que no estuvo o que en un momento dado faltó.

Por eso, tratas de encontrar una pareja que te lo dé todo, sin esperar nada. Necesitas que te ame de forma incondicional y te frustras ante cualquier señal de indiferencia o desapego. Vives con miedo de perder a esa persona que supones, reparará el vacío que llevas dentro.

¿Cuáles son los estilos de apego?

Existen 4 tipos de apego que influyen de forma determinante en la dinámica de las relaciones de pareja:

  1.   Apego seguro.
  2.   Apego preocupado.
  3.   Apego huidizo (alejado o temeroso).
  4.   Apego desorganizado.

Es importante identificar tu apego para saber cuáles son tus heridas emocionales.

Apego seguro

Si el vínculo con tu pareja es de apego seguro serás una persona autónoma en diferentes áreas de tu vida. Te sientes segura/o porque confías en ti y en que tu pareja está ahí para ti. Es más, no desconfías de tu pareja. Tienes la certeza de que te ayudará cuando lo necesites.

  • Tus recuerdos de vínculos afectivos en tu infancia son positivos.
  • Eres una persona abierta, fácil de conocer, autónoma, con alta autoestima y tienes una imagen positiva de la gente.
  • No tienes conflictos graves con nadie y confías en las personas.
  • Disfrutas de un equilibrio entre tus necesidades de afecto y tu autonomía personal.

Apego preocupado

Si el vínculo con tu pareja es de apego preocupado, serás una persona dependiente. Te sientes insegura porque no confías en ti y en que tu pareja está ahí para ti. Además, desconfías de tu pareja porque no te sientes suficientemente querida/o, por lo tanto, buscas que te confirme constantemente su amor. Tienes miedo a que te rechace o te abandone.

  • Tus recuerdos de vínculos afectivos en tu infancia no son muy positivos.
  • Tienes falta de autoestima, lo que te lleva a mostrar una actitud dependiente y un deseo desmedido por conseguir la aprobación ajena.
  • Sientes una alta preocupación por tu relación de pareja.
  • Muestras una demanda constante de atención.

Apego huidizo

Alejado:

Si el vínculo con tu pareja es de apego huidizo, mostrarás distancia afectiva o frialdad emocional. Tendrás un concepto positivo de ti y negativo de tu pareja. Asimismo, pareces autosuficiente, pero solo es un mecanismo de defensa para protegerte del posible rechazo o abandono de tu pareja. No necesitas la aprobación de tu pareja.

  • En tu infancia sentiste el rechazo o la frialdad de tus progenitores.
  • Das más importancia a tus logros que a tus necesidades afectivas.
  • Te alejas para protegerte.
  • Piensas bien de ti y mal de otras personas.
  • Te sientes incómodo/a en la intimidad de pareja.
  • Ante la pérdida de pareja reprimes tus emociones.

Temeroso:

Si el vínculo con tu pareja es de apego huidizo temeroso, tendrás un concepto negativo de ti y también de tu pareja. Además, muestras falta de asertividad, te cuesta expresar tus deseos de una manera franca, abierta y adecuada. De hecho, tienes baja confianza en ti misma/o. Sientes un gran miedo a ser rechazada/o. Necesitas la aprobación de tu pareja.

  • Tu temor al rechazo te impide iniciar relaciones íntimas, por lo que has tenido pocas o ninguna relación de pareja.
  • En ti se presenta la dependencia extrema y la evitación.
  • Te sientes sola/o, frustrada/o y deprimida/o.
  • Tu comportamiento es pasivo.

Apego desorganizado

En tu infancia hubo maltrato o abuso. Las personas que te cuidaron son la fuente de tu temor o malestar. No podías recurrir a estas personas para buscar apoyo o seguridad. Buscas la cercanía física y a la vez muestras distancia mental.

  • Muestras una extrema necesidad de agradar y de cuidar a tu pareja.
  • Eres muy controlador/a.
  • Te cuesta valorar situaciones de peligro.
  • A menudo sientes estrés.

Sana tus vínculos afectivos

El apego es importante y necesario durante toda tu vida. Desde que naces hasta que mueres necesitas de otras personas para garantizar tu salud física y emocional. Todas las personas necesitan a otras personas, el problema aparece cuando esta necesidad se transforma en ansiedad. Para no sentir esa ansiedad hay diferentes estrategias:

  • Buscas desesperadamente la pareja ideal que esté ahí siempre para ti y no te deje sola/o.
  • Evitas a toda costa crear lazos de dependencia con una pareja para no sentirte abandonada/o.
  • Te vuelves desconfiada/o, celosa/o y excesivamente exigente y controlador/a con tu pareja.

Sin embargo, sufrirás para conservar lo que tienes:

  • Si no estás en pareja: sufres por no establecer vínculos íntimos.
  • Si estás en pareja: sufres por no ser capaz de valorar a tu pareja tal y como es.

No obstante, dejarás de sufrir cuando seas capaz de renunciar a ese deseo imposible de contar siempre con alguien que se comporte como la persona cuidadora que nunca tuviste. Aunque el apego que recibiste en tu infancia no fuese el más adecuado, puedes superar esa carencia que experimentaste cuando eras un niño o niña, ahora en tu vida adulta y lograr vínculos afectivos sanos.

La relación de pareja

La relación de pareja es un juego de riesgo, por eso anhelas estar en pareja y a la vez te da miedo. Correr riesgos te ayuda a generar confianza en la posibilidad de que tu vida puede ser mejor. ¿Corres riesgos sin confianza? ¿Asumes riesgos para desarrollar tu confianza? Correr riesgos no es lo mismo que ser imprudente. Necesitamos seguridad y aventura en la relación de pareja.

La confianza es un compromiso seguro con lo desconocido. Es la certeza de que suceda lo que suceda estarás bien. No es prometer que nunca os lastimaréis. Se trata de que el riesgo de que tu pareja te haga daño y de que tú se lo hagas a ella y la confianza de que, si lo hacemos, nos uniremos para sanar. Además, correr riesgos que te demuestren que tu pareja no es igual a las personas que te dañaron en el pasado. Se trata de abrazar tu vulnerabilidad. Si no arriesgas en absoluto, es posible que nunca conozcas que es amar con libertad.

Equilibra tu necesidad de seguridad y de libertad. El hecho es que necesitas las dos:

  • Si deseas libertad, ve a explorar, atrévete, toma riesgos, dirígete a donde no te has permitido ir, lleva a alguien nuevo a los lugares que amas, ábrele tu mundo y ábrete a explorar el suyo.
  • Si deseas estabilidad, busca estructura, quédate quieta/o y comienza a construir una relación vertical en lugar de una horizontal. Crea nuevos rituales para el día a día. Recuerda que el objetivo es la fluidez entre la libertad y la estabilidad, cuando encuentras ese equilibrio, tu vida se abre a nuevas posibilidades, nuevas historias, nuevas relaciones, culturas, personas y formas de vida.

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